Crear un botiquín de primeros auxilios emocionales es una forma proactiva de cuidar la salud mental, similar a cómo un botiquín tradicional ayuda con la salud física. Este botiquín emocional puede incluir prácticas de mindfulness para mantener la calma, una lista de contactos de amigos y familiares de confianza para situaciones difíciles, y actividades que promuevan la relajación como la lectura o la música.
También es útil tener un diario para expresar pensamientos y emociones, así como recordatorios de logros pasados y afirmaciones positivas para fomentar la autoestima. La clave es personalizar el contenido para que sea relevante y útil en momentos de estrés o crisis emocional. Además, es importante recordar que buscar ayuda profesional es un paso valioso y necesario cuando se enfrentan desafíos emocionales significativos.
Si es tu primera vez realizando un kit de primeros auxilios para tus emociones, recomendamos comenzar usando la guía de los sentidos. Esta guía incluye objetos relacionados a los cinco sentidos, tacto, gusto, olfato, vista y audición, para mantener tus pensamientos y emociones en contacto con el presente.
Te damos las siguientes recomendaciones, pero recuerda un botiquín de primeros auxilios emocionales es una herramienta personalizable y adaptable a las necesidades cada uno.
Guía de los 5 Sentidos para Crear tu propio Kit de Salud Mental
Tacto
El sentido del tacto puede ser muy reconfortante y tiene el poder de calmar y relajar. Para tu botiquín emocional, considera incluir objetos con diferentes texturas que te proporcionen confort. Esto puede ser desde una manta suave y cálida hasta pelotas antiestrés que puedas apretar en momentos de tensión. Incluso el acto de acariciar a una mascota puede ser terapéutico.
Gusto
Los sabores pueden evocar recuerdos y emociones positivas. Incluye en tu botiquín algunos bocadillos o bebidas que te alegren y te reconforten. Esto podría ser chocolate, té de hierbas o incluso una pequeña porción de tu comida favorita. Recuerda que el objetivo es utilizar estos sabores como un pequeño estímulo positivo, no como una forma de comer emocionalmente.
Olores
Los aromas tienen una conexión directa con nuestras emociones y recuerdos. Los aceites esenciales, las velas aromáticas o incluso tu perfume favorito pueden ser excelentes adiciones a tu botiquín. Aromas como la lavanda, la menta y el eucalipto son conocidos por sus propiedades relajantes y pueden ayudar a crear un ambiente de tranquilidad.
Visuales
Las imágenes visuales pueden tener un impacto significativo en nuestro estado de ánimo. Considera incluir en tu botiquín fotografías de momentos felices, obras de arte que te inspiren o incluso una lista de videos o películas que te hagan sonreír. La idea es tener a mano recursos visuales que puedan levantar tu ánimo rápidamente.
Sonidos
La música y los sonidos ambientales pueden ser poderosos aliados en la gestión de nuestras emociones. Crea una lista de reproducción con canciones que te motiven o te calmen. También puedes incluir grabaciones de sonidos de la naturaleza, como el murmullo de un arroyo o el canto de los pájaros, que te ayuden a relajarte y a desconectar. Igualmente puedes crear una lista de reproducción con tus canciones favoritas, la idea es que te haga sentir que estas en tu zona de confort.
Al incorporar elementos que estimulen nuestros sentidos, podemos crear un espacio seguro y reconfortante para cuando necesitemos cuidar de nuestra salud emocional. Recuerda que lo más importante es encontrar aquello que resuene contigo y te brinde paz y consuelo en los momentos difíciles.
Recuerda que este botiquín no es una solución para todos los problemas emocionales, y no reemplaza la ayuda profesional cuando es necesaria.